Tres rutas en bici más interesantes para disfrutar

Chequia dispone de miles de kilómetros para recorrer en bicicleta, con rutas temáticas, buena señalización, empresas de alquiler, e, incluso, hoteles con el sello ‘Cyklisté vítáni’, que brinda servicios especiales a los ciclistas. Existen rutas para todos los públicos, desde itinerarios para deportistas, con un alto nivel de exigencia física, hasta otros más relajados para quienes no estén habituados al ejercicio o prefieran la bicicleta eléctrica.

Experiencia 1. Ruta en bici desde České Budějovice hasta el palacio Hluboká, ZOO, vía ferrata y barco

Esta es una ruta sencilla, de unos 12,5 kilómetros, que sigue el río Vltava por carril bici desde České Budějovice, la capital de Bohemia del Sur, hasta uno de los palacios más emblemáticos de la República Checa, Hluboka nad Vltavou. Es recomendable conocer los interiores de este palacio (tiene visitas guiadas en castellano) y ver los exteriores, con su invernadero y bonitos jardines. El recorrido sigue hasta un zoológico cercano, el ZOO Ohrada. Retomando el carril bici, no muy lejos de Hluboká y con rumbo a Purkarec, se encuentra la Ferrata Hluboká, una vía ferrata de 150 metros que es apta para toda la familia.
La excursión se puede realizar íntegramente en bici o bien volver navegando hasta České Budějovice en un barco que sale del embarcadero de Hluboká nad Vltavou.

Experiencia 2. Las Sendas del vino en Moravia del Sur 

Combinar bicicleta y vino en el Sur de Moravia es un maridaje perfecto, ya que existen más de 1.200 kilómetros de caminos entre viñedos. Cada una de estas 18 rutas del vino brinda al cicloturista una serie de monumentos, bodegas, alojamientos y restaurantes donde realizar paradas técnicas.  Entre los itinerarios más atractivos se encuentra el que comienza en la ciudad vitivinícola de Mikulov. La senda transita durante 85 kilómetros entre hermosos paisajes naturales como los de Pálava, declarado Reserva de la Biosfera en 1986, y el entorno cultural de Lednice-Valtice, que también forma parte del patrimonio protegido por la Unesco. Aunque puede parecer mucha distancia, esta ruta no exige un gran esfuerzo físico ya que transcurre por vías asfaltadas, con escaso tráfico y pocos desniveles.

Experiencia 3. La ruta del Telón de Acero

Los aficionados a la bicicleta y a la historia podrán unir ambas pasiones recorriendo el EuroVelo 13, el itinerario histórico del Telón de Acero que establecía las fronteras entre la Europa del Este y del Oeste. En este camino se pueden observar torres de vigilancia, bunkers construidos en la 2ª Guerra Mundial y museos como el del Telón de Acero (Valtice), donde se narra la historia de la guardia fronteriza y el papel que jugaba entre 1951 y 1989, un periodo con un estricto control de las zonas interestatales. Está situado en un edificio de la antigua aduana que, además, es el único del país dedicado a esta temática.